viernes, 24 de septiembre de 2010

Y tu, ¿A quién quieres?


¿A cuantas personas tenemos la oportunidad de querer a lo largo de la vida? Primero hay que decidir el significado de la palabra querer, pero supongo que se refiere a lo que sentimos por la pareja, los padres, los hijos, la familia y algunos amigos especiales, personas que marcan nuestra vida o, al menos, nos acompañan a lo largo de ella ¿o no?

¿Es posible que un padre que no tiene trato con su hija la quiera? ¿Es posible querer a dos hombres o dos mujeres a la vez de la misma manera? o ¿es posible dejar de querer a una pareja con la que has compartido varios años de tu vida, por mucho daño que te haga?

Es posible que el amor tenga mucho que ver con una mera treta psicológica para mejorar las relaciones interpersonales o para garantizar la supervivencia de la especie, de ahí el amor incondicional de una madre hacia su hijo o la lucha diaria por mantener una relación, a pesar de que,a veces, nos asalten las dudas.

Sin duda, el amor tiene mucho que ver con circunstancias culturales, por ejemplo, en el budismo el amor puro es el que se alcanza al renunciar al deseo y apego, odio e ira, ignorancia, orgullo y envidia, mientras que, para los japoneses, el amor es un deseo fundamental y para los turcos sólo hay amor si existe el encaprichamiento.

Sin duda, el amor más visceral de todos es el que se siente por los hijos, las personas que más alegrías y disgustos nos aportan y por las que somos capaces de renunciar a nuestra propia felicidad. Hoy en día hay muchos padres y madres que, por circunstancias de la vida o, incluso, por decisión propia, viven separados de ellos. Me pregunto cómo puede soportarse o si, con el tiempo, ese sentimiento puede adormecerse.

4 comentarios:

Lilith Lalin dijo...

oh el amor, tan complejo...

Laura dijo...

jaja sii!!! y por qué no podemos renunciar a él?

Laura dijo...

jaja sii!!! y por qué no podemos renunciar a él?

Sara dijo...

Porque lo necesitamos para vivir !!! :-)