Increible pero cierto, un crítico en paro robó la pasada noche del domingo un Goya en una de las fiestas posteriores a la gala para después entregarlo en la redacción del periódico El Mundo como un acto de denuncia "por el nepotismo y sectarismo" del cine español en el que "siempre se premia y se subvenciona a los mismos".
Tal y como se publica en El Mundo, Los hechos ocurrieron en una discoteca de la madrileña calle Echegaray, donde el equipo de la película 'Los crímenes de Oxford', de Álex de la Iglesia, que obtuvo tres de los seis a los que optaba, celebraba la fiesta posterior a la gala de los Goya.
Allí llegó un flamante Albert Solé con su Goya bajo el brazo, pero cuando decidió retirarse a dormir se encontró con que la "chica del ropero le había dado la escultura a un chico con gafas". "Yo sé que hay muchas personas a las que les gusta coleccionar este tipo de trofeos, pero ese es mío, por favor, y me ha costado mucho ganarlo", explica el cineasta desconsolado.
La estatuilla diseñada por José Luis Fernández para la Academia de Cine y que representa un busto de Francisco de Goya, está valorada en más de 1.000 euros.
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