sábado, 17 de enero de 2009

Los hombres que odian a las mujeres

Me falta paciencia para esperar a que se publique en España el tercer tomo de la trilogía Millennium del sueco Stieg Larsson, un periodista de guerra fallecido por sorpresa y de manera prematura que ha provocado una auténtica epidemia por toda Europa de la que, desgraciadamente, no ha podido disfrutar.

¿Por qué tienen tanto éxito los libros 'Los hombres que no amaban a las mujeres' y 'La mujer que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina'? A mi juicio porque tiene una forma de escribir muy amena que te hace identificarte con los personajes e involucrarte en la historia, además de ser una novela negra escrita de manera absolutamente moderna.

Pero yo he extraído una segunda lectura de los dos tomos, una defensa a las mujeres maltratadas y una crítica directa al machismo que aún hoy en día impera en la sociedad europea. Larsson evidencia en sus escritos que las mujeres son libres, inteligentes y que pueden desenvolverse por el mundo de manera independiente; así como que todavía existen muchos hombres que, para encubrir sus carencias, siguen odiando a las mujeres y tratan de reducirlas sin pudor.

Por desgracia, sólo el dos por ciento de los españoles consideran la violencia de género uno de los tres principales problemas, por delante está, con un 20,7 el terrorismo y ETA. Un asunto que comentaba hace pocos días con la experta Pilar López, que tiene claro que si esto ocurre es porque la ideología de la supremacía masculina está tan arraigada en la sociedad que lo que le ocurre a las mujeres se considera menos grave, aunque numéricamente no tiene comparación.

De hecho, debemos tener claro que la violencia de género es también terrorismo. ETA ha matado a unas mil personas desde 1968 y sólo desde el año 2000, 600 hombres han asesinado a otras tantas mujeres. ¿No deberíamos levantarnos y luchar contra esta lacra social? Acabamos de empezar el 2009 y creo que ya es tiempo de frenarla aunque, por desgracia, todavía seguirán subiendo las cifras de asesinatos a mujeres unos cuantos años.

¿Qué decir ante esto? Denuncia, denuncia y denuncia. Tú, si eres maltratada busca la manera de desaparecer y acabar con esa relación y DENUNCIA; si tu vecina es maltratada, DENUNCIA; y haz lo mismo si la víctima es tu amiga, tu compañera de trabajo o tu hija porque es la única forma de empezar a atajar este grave problema.

Y los medios de comunicación, ¿Qué podemos hacer? Los españoles, al contrario que los de otros países, al menos dedican tiempo en sus informativos a hablar de ello pero nos falta un detalle, no sólo publicar las muertes, sino todo el camino de maltrato previo, para permitir a otras mujeres contar con las claves para huir antes de que haya un desenlace fatal. Además es fundamental publicar los nombres de todos los maltratadores y dar publicidad a sus comportamientos violentos.

Está claro que aún tenemos un largo camino por delante pero no podemos dejar solas a las víctimas, todos podemos aportar nuestro granito de arena para que la luz al final del túnel sea cada vez más clara.

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