sábado, 5 de junio de 2010

Mariposa traicionera

“Eres como una mariposa,
vuelas y te posas, vas de boca en boca,
fácil y ligera de quien te provoca…”


Una oruga necesita de toda una vida para convertirse en mariposa y, una vez lo consigue, apenas logra sobrevivir unas semanas, el tiempo necesario para reproducirse. Si estos animales tuvieran la capacidad de pensar, razonar o voluntad, tal vez valorarían si compensa el sacrificio de pasar entre diez días y un año encerradas en un capullo para lucir bellos colores y seducirnos con su vuelo.


Algo parecido nos pasa a las personas, es raro el que se conforma con su vida y es feliz simplemente por estar presente en el mundo un día más o poder disfrutar del sol o de una sonrisa sincera. Nos pasamos la vida cansados de lo que tenemos y ansiando lo que no alcanzamos e incluso a veces valoramos lo que tuvimos en un pasado y hemos perdido para siempre.


¿Si la mariposa supiera que ser bella es el principio de su final, preferiría seguir siendo oruga? A lo largo de la vida nos ocurren muchas cosas: buenas, malas, inesperadas, deseadas…nunca he sabido qué responder a eso de si nuestro destino esta marcado o si se va labrando día a día, supongo que es una mezcla de ambas.


No quiero decir que haya que resignarse, --de hecho, creo que el inconformismo me define bastante--, sólo que mientras luchamos por nuestro objetivo nos vayamos deteniendo en las cosas buenas del camino y que del pasado elijamos aquello que nos hizo sentir bien en lugar de decantarnos por el rencor o la tristeza.


Hoy propongo disfrutar de un buen café, de un momento con una persona querida o de un paseo a solas, valoremos lo que tenemos hoy porque mañana todo puede cambiar…o, tal vez, conseguir eso que tanto ansiamos puede suponer el final de otras muchas alegrías… ¡Feliz y sencillo día!



“Vuela amor, vuela dolor
que tengas suerte en tu vida
ay,ay,ay,ay,ay dolor
yo te llore todo un rio
ay,ay,ay,ay,ay, amor
tu te me vas a volar…”

0 comentarios: